Según algunas estimaciones, yo tierra destinada a la agricultura, sino también a simples huertas, tienen un consumo de agua significativamente mayor de lo esperado, en una medida cuantificable entre 30 y 300 por ciento. Agregue eso a nivel global aproximadamente el 70% del agua se "drena" del cultivo de flores y plantas.

En tiempos de crisis, la revisión del gasto y una mayor atención a la gestión ambiental, también es necesario reducir este desperdicio relacionado con el riego.
Un intento ya en marcha en Estados Unidos, concretamente en California, en el pueblo de Santa Elena. Aquí, en el corazón de Napa Valley, un programa Smart Yard que se basa en tecnología satelital para monitorear las condiciones climáticas, las condiciones del suelo y automatizar los tiempos y ciclos de riego para campos y prados. “Guardar azul = hacer verde” lee el mensaje promocional de Smart Yard, y eso es todo: la gestión inteligente del agua preserva y alimenta los espacios verdes de la manera correcta.
El ahorro de consumo está garantizado, y lo será aún más en los próximos años: así lo prometen los defensores de la patente, la empresa Sistemas de datos HydroPoint. El único impuesto para los ciudadanos es la entrada de 15 dólares estadounidenses incluido en la factura mensual. Un coste que, no obstante, la administración local pretende abaratar progresivamente. El proyecto ha recogido la adhesiones convencidas de los vecinos, que han tomado conciencia del problema al abrazar de inmediato esta iniciativa de la que ellos mismos son protagonistas absolutos.
El éxito de la iniciativa se ha topado con interés en muchos otros municipios de la Federación, hasta el punto de que es razonable esperar una mayor difusión de la patente Smart Yard en los próximos años.
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